by Maciej BartkowskiApril 14, 2020
Esta es una traducción al español del artículo de Maciej Bartkowski "Do Civil Resistance Movements Advance Democratization?" publicado el 27 de septiembre de 2019 (enlace). Traducio por Omar Lopez; evaluado por Fernando León Romero.
Dos libros recientes, Movimientos sociales y Guerra civil, y Resistencia civil en la Primavera Árabe: Triunfos y desastres,1 estudian las secuelas de la Primavera Árabe, y arriban a la conclusión de que los movimientos de resistencia civil pueden conducir a un incremento de la violencia, el autoritarismo y democracias fallidas.
Tal y como Adam Roberts, uno de los editores de Resistencia civil en la Primavera Árabe, observa:
“La resistencia civil puede jugar su parte en tragedias mayores. Si desplaza a un régimen sin proveer una sucesión exitosa, ésta puede conducir a vacíos de poder y espacios no gobernados, con resultados desastrosos. Puede incluso marcar el inicio de una guerra, siendo el caso de Siria un ejemplo particularmente preocupante.”
No obstante, las investigaciones existentes acerca del impacto a corto y largo plazo de la resistencia civil, basadas en una amplia y representativa muestra de casos durante más de un siglo, nos muestran un énfasis diferente. Aunque reconocen que pueden ocurrir guerras civiles como secuelas de los movimientos de resistencia civil, los estudios cuantitativos apuntan al hecho de que, frecuentemente, los movimientos noviolentos son una fuerza positiva para la democratización y pueden ayudar a construir un orden político menos violento. Existen al menos diez libros publicados (y uno adicional próximo) que enfatizan la probabilidad significativa de obtener resultados positivos gracias a la resistencia civil.
Resistencia civil y democracia:
1. Un estudio de Karatnycky y Ackerman (2005) usó datos de la organización Freedom House y analizó 67 transiciones políticas entre 1972 y 2005. Ellos, encontraron que las transiciones conducidas por medio de la resistencia noviolenta fueron:
- más de cuatro veces propensas a lograr democratizaciones exitosas que las transiciones realizadas desde arriba, conducidas por quienes detentan el poder; y
- más de tres veces propensas a consolidar logros democráticos que las transiciones que experimentaron alguna violencia por parte de la oposición.
Además, las transiciones conducidas por medio de la resistencia civil mostraron mayores incrementos en las valoraciones de libertad, de forma tal que, en promedio, incluso en los casos donde un país no se democratizó completamente tras una transición política la resistencia civil condujo a un mayor incremento en los logros democráticos en relación a las otras clases de transición.
2. Chenoweth y Stephan (2011) analizaron datos de 323 campañas violentas y noviolentas entre 1900 y 2006, y demostraron que:
- La probabilidad de alcanzar un resultado democrático después de 5 años del final de una campaña exitosa fue casi 10 veces mayor para los movimientos de resistencia noviolenta (57%) que para los movimientos violentos (6%).
- Incluso en casos donde los movimientos de resistencia noviolenta fallaron en alcanzar los objetivos que habían establecido, cinco años después un país tenía, no obstante, un 35% de oportunidades de lograr un resultado democrático. Esto apunta a la probabilidad de que existen dinámicas inherentes a los movimientos de resistencia civil que pueden contribuir a la democratización, incluso si un movimiento fracasa en obtener sus objetivos inmediatos. En contraste, después de un fallido movimiento de resistencia violenta, existió sólo un 4% de oportunidad de un resultado similar.2
3. Los investigadores Celestino y Gleditsch (2013) usaron la Base de Datos de Resultados y Campañas Violentas y Noviolentas (NAVCO, por sus siglas en inglés) creada por Chenoweth y Stephan, para estudiar el impacto de las campañas noviolentas en transiciones democráticas en autocracias, y concluyeron que “las protestas noviolentas incrementan sustancialmente la probabilidad de transiciones a la democracia.” También encontraron que “la acción violenta directa es menos efectiva en minar las autocracias en sentido general, y hace relativamente más probable que la transición conduzca a una nueva autocracia.”
4. Bayer, Bethke y Lambach (2016) demostraron que la estabilidad y durabilidad post conflicto de un sistema democrático se incrementa significativamente cuando la resistencia noviolenta es el vehículo principal de una transición política. En países donde las campañas de resistencia violenta condujeron a transiciones políticas, encontraron que un gobierno democrático post conflicto tenía una tasa de supervivencia promedio de cinco años. En comparación, los gobiernos que experimentaron transiciones sin resistencia de base alguna, tuvieron una tasa de supervivencia promedio de nueve años. Pero la tasa de supervivencia para los gobiernos democráticos que resultaron de campañas de resistencia noviolenta era la más larga de todas: 47 años. En otras palabras, la democracia sobrevive por más tiempo y las probabilidades de un retroceso democrático decrecen sustancialmente si el cambio político es conducido por movimientos noviolentos.
5. Utilizando una muestra de 101 regímenes entre 1945 y 2010, y una metodología sofisticada para aislar otros factores conducentes a la democratización, Bethke y Pinckney (2016) recientemente encontraron que la calidad de la democracia (principalmente en el área de libertad de expresión) mejoró significativamente como resultado de las transiciones iniciadas a través de la resistencia noviolenta, con relación a los casos sin resistencia noviolenta.
6. En una tesis de maestría, que ahora se está convirtiendo en una tesis doctoral apoyada por una beca de investigación de ICNC, Pinckney (2014) mostró que los mecanismos de transición política (como negociaciones y elecciones) que fueron impulsados por movimientos noviolentos, duplicaron el nivel del índice de democracia futura que el de mecanismos violentos de cambio, como golpes de estado o intervenciones militares externas.
Resistencia civil y desarrollo social y económico:
7. Un estudio de Johnstad (2010) analizó los datos de Freedom House y encontró que los países con campañas de resistencia noviolenta fueron más propensos a experimentar un crecimiento económico más alto durante una transición posterior, que en los casos de transiciones conducidas desde arriba por quienes detentan el poder.
8. Además de nuestra comprensión de los impactos socio económicos, Stoddard (2013) estudió la esperanza de vida como indicador de la salud general y las condiciones de vida en el estado, cinco y diez años después de haber terminado con éxito campañas violentas y noviolentas. Lo que encontró fue que todos los países afectados registraron un declive inicial en la esperanza de vida, pero en el plazo de una década, los gobiernos que llegaron al poder por medio de resistencia civil noviolenta fueron capaces de hacer cambios positivos y sus poblaciones capaces de ponerse al nivel de, e incluso sobrepasar, el promedio mundial de esperanza de vida.
Los hallazgos de estos ocho estudios confirman que, considerando todos los factores, los movimientos de resistencia civil noviolenta impulsan la democratización. La historia brinda sólidas razones para la esperanza en este sentido, y las fuertes afirmaciones acerca del riesgo potencial de un movimiento de resistencia civil “de degenerar en violencia política a escala masiva” (Della Porta, 2017) necesitan ser consideradas a la luz de lo que nos dice el resto de los datos que miran a una muestra más amplia de casos. Debemos ser también cautelosos para no sobregeneralizar, a partir del número limitado de ejemplos de los movimientos de la Primavera Árabe.
Al mismo tiempo, es cierto que los movimientos de resistencia civil acarrean riesgos (por ejemplo, la revolución noviolenta iraní de 1979). De hecho, Chenoweth y Stephan (2011) encontraron que existe una probabilidad de un 28% de que los movimientos conduzcan a guerras civiles dentro de los primeros diez años después del fin del movimiento. Aunque esta probabilidad es significativa, es particularmente mucho más baja que la posibilidad de una guerra civil tras una insurgencia violenta (ver nota al pie #2).
Una línea crítica a abordar por las nuevas investigaciones pudiera ser cómo la disciplina interna, el planeamiento y la estrategia, y la construcción de instituciones que emprenden los movimientos durante la fase de resistencia, pueden incluso incrementar sus posibilidades de conseguir transiciones democráticas exitosas a posteriori, al mismo tiempo que minimizan las probabilidades de conducir a una guerra civil futura. En la segunda parte de este artículo exploraré esta cuestión desde el lado opuesto —observando las dinámicas de los movimientos noviolentos que incrementan la probabilidad de violencia— y por medio de esta comprensión, explorar cómo los movimientos pueden ser transformados para incrementar su propensión a generar un cambio positivo y pacífico a largo plazo.
Ver también el artículo de seguimiento de Bartkowski aquí: Why Do Some Movements Fail to Bring Positive Outcomes, and How Can This Be Changed? (en inglés)
1Apoyado por una beca de ICNC.
2Additional data presented in Chenoweth and Stephan’s book show that countries that were already democracies when a resistance campaign occurred were about 82% likely to remain a democracy after a successful nonviolent campaign. At the same time, a democracy that suffered a violent insurrection was less than 17% likely to remain a democracy after the end of the campaign. The probability that a country would relapse into civil war within 10 years after the end of conflict was found to be 42% after a violent campaign versus 28% of the time in the aftermath of a nonviolent campaign. Civilian-led campaigns that coexisted with armed groups that fought for the same democratic goals had a 49% chance of experiencing a recurrence of civil war within 10 years as compared with a 27% chance for nonviolent campaigns that did not co-exist with armed campaigns.
Maciej Bartkowski
El Dr. Maciej Bartkowski es el Director General de Educación e Investigación de ICNC. Trabaja en programas académicos para estudiantes, personal de facultades y educadores, para apoyar la enseñanza, la investigación y el estudio de la resistencia civil. Es editor de las Monografías y Reportes Especiales de ICNC, y editor del libro Recovering Nonviolent History.
Dr. Maciej Bartkowski is a Senior Advisor to ICNC. He works on academic programs to support teaching, research and study on civil resistance. He is a series editor of the ICNC Monographs and ICNC Special Reports, and book editor of Recovering Nonviolent History. You can follow him @macbartkow